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Hay gente sin humor que se lo toma todo muy a la tremenda, a mí esos no me gustan. A mí me guste la gente que afronta una lucha sin perder el humor, sin darle tanta importancia al qué dirán, al que pensarán o al qué criticarán.
Recuerdo estar subido en una tarima, frente al pueblo pidiendo la judicialización del Expediente Royuela y haber dicho que sí, que mucho más español es un tercio que un espartano; y sí, es cierto, “¿por qué no se visten de tercios?” Preguntaban algunos (esos que se lo toman todo a la tremenda), a lo que yo, en aquella tarima respondí algo parecido a esto: “Es mucho más barato pillar un traje de espartano que de tercio y se trata del espíritu, más que del símbolo”
Y es que hoy día, es lamentable, pero es así, la gente se identifica más con aquellos 300 que con nuestros tercios de Flandes y si se trata de llegar al mayor número posible de gente, es mucho más útil (y repito: barato), ponerse una capa roja un casco de plástico, que intentar emular la indumentaria de aquellos españoles que tenían más pelotas que aquel caballo del general Espartero.
Humor sí, pero con pelotas; porque hay que estar ahí, siempre y animar y guste o no, hacer que otros miren a las manifestaciones y se unan por curiosidad… Después llega lo serio y alguien desde dentro ya le informa de los más de 2000 crímenes que engrosan el Expediente Royuela.
Quizá estén chalados o simplemente sean otros locos en este mundo tan “cuerdo” …
Quizá por eso, otro “loco” como yo, me alegro cada vez que camino a su lado animado por sus tambores y los abrazos de gentes comunes, que, al ponerse una capa y un casco de plástico, nos recuerdan que además de jolgorio, nuestra España necesita BATALLA contra el régimen ilegítimo que nos gobierna desde 1978, que, de forma errónea y dolosa, hacen llamar democracia.
Hacen falta muchos más espartanos
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