Diego Corbalán


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Mi primer contacto con los Espartanos fue a través de Juan, con motivo de la manifestación del 7 de mayo en Madrid «por la judicialización del Expediente Royuela, donde me informó de la asistencia del grupo a la misma y de las acciones que ya habían llevado a cabo por medio de algunos videos que me envió. 

Una vez en Madrid, el día de la manifestación, fue cuando conocí en persona a Bartolomé y al resto del grupo. Se habían instalado en el punto de salida (Puerta del Sol) consiguiendo la atención de mucha gente, tanto de los que iban a la manifestación como de gente de paso y que se quedaron a ver de qué iba aquello.

En el arranque de la misma, les pedí que fueran ellos abriendo la manifestación; estaba seguro que con los tambores y las capas iban a conseguir atraer la atención de la gente de las calles que recorrimos, como así sucedió, cumpliendo uno de los principales objetivos de la manifestación: más visibilidad

Desde aquella. han participado en las manifestaciones a favor de «Expediente Royuela» de Valencia (donde tuve el grato honor de ser condecorado como miembro de honor de los espartanos), Madrid y Barcelona, con su característico hacer para dar a las manifestaciones un aire diferente al que podemos estar habituados los que tantas veces hemos salido a las calles a reivindicar.

Bartolomé, Juan y Bernardo son con los que más contacto he mantenido, entrañables y bellas personas que dan pie a valorar como son el resto del grupo de Espartanos, personas comprometidas, con un alto espíritu combativo y unos firmes valores e ideas. Un grupo que no pierde la oportunidad de apoyar y participar en todas las reivindicaciones y causas que merecen ser defendidas.

Los Espartanos, admirados por unos, criticados por otros, marcan una forma diferente de manifestar lo que el pueblo reivindica en las calles. El ambiente distendido y el espíritu combativo que generan en sus acciones les ha convertido en un grupo notable dentro de la disidencia.

Tan solo les pondría como punto a mejorar la sincronización entre ellos… ¡¡¡a la hora de tocar el tambor!!!  (es broma)

Por todo esto, es justo reconocer y admirar su implicación y entrega en la lucha en las calles. Uno de los pocos colectivos que siempre está presente en cualquier ciudad donde hay algo justo que reivindicar y defender. Persistentes, leales, tenaces, entregados y sinceros con sus ideas y, sobre todo, excelentes personas.

¡¡¡Hacia la victoria final!!! ¡¡¡NI UN PASO ATRÁS!!! ¡AÚ, AÚ, AÚ!!!

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