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Mi historia tiene comienzo unos meses antes de conocer en persona a los Espartanos.
Después de alejarme un tiempo de mi faceta como bajista, como también de la sociedad en general, decidí comprarme una guitarra española para componer y desarrollar mi parte creativa,
Lo primero que decido hacer, es terminar una canción con la guitarra, que hacía unos años empecé a componer con mucho cariño con un Arpa Camerunés primero y después con el bajo y le fui agregando la letra.
Sentía, sabía que iba dirigida a todos los pueblos de todo el mundo, y que a su vez honra a todos los pueblos que durante miles de años fueron esclavos y tuvieron que luchar por sus libertades. Un día me desperté sabiendo que tenía una Misión Divina que hacer, entregar mi canción al pueblo como Himno.
Pedí colaboración a mis amigos para poder grabarla, pero me di cuenta que ellos no podían ayudarme, porque no estaban alineados conmigo, con mi intención y con el sentimiento que expresa la melodía y letra.
Un día yendo de camino hacia un bufete libre con mi amigo Juan Lankamp, le estuve comentando mi proyecto sobre el Himno, le pareció una gran idea y se ofreció en colaborar conmigo. Estuvimos cantándola por el camino y cuando llegamos al Buffet, fue cuando me presentó a los Espartanos, (Anabel, Rapoulus, Bartolomé, Bernardo, Juan y Robert Martínez).
¡Mi primera impresión fue, qué altas vibras y tan positivas tienen todos! Me dio mucha alegría conocer gente con tanta buena energía.
En eso que Bernardo vio un tambor colgado en una columna del Buffet e hizo el intento de tocarlo, ahí me di cuenta que eran los Espartanos quienes serían los que al ritmo de la marcha y del tambor pudieran dar paso al Himno que también los identifica en la misma lucha.
Le comenté a Bernardo mi proyecto y quedamos en vernos en Barcelona para explicarles con detalle y así pedirles colaboración para que mi canción llegase al pueblo.
Tras quedar con Bartolomé, Juan y Bernardo y explicarles mi proyecto, quedaron tan entusiasmados que, más que colaborar, nos unimos hacia el mismo camino. Bartolomé me entregó la capa bautizándome como AuroraPoulus, y yo les entregué el Himno Espartano para que, entre todos, podamos hacer llegar el Himno al Pueblo que tanto merece.
Agradezco muchísimo a Bartolomé, a Juan y a Bernardo, por todo el apoyo y la amistad que me brindan, agradezco también a Juan Lankamp por apoyar mi proyecto y por presentarme a los Espartanos.
Un honor conocer y poder presenciar la predicción de los Oráculos, en especial a Copito. ¡Son unos conejitos muy adorables, menos cuando se les habla de paellas que se entiende que no les guste!
Es todo un honor formar parte del equipo Espartano, de poder entregaros el Himno, siempre estaré agradecida.
¡Nos queda una gran batalla, pero estando todos unidos, seremos invencibles!
¡Un gran Abrazo para todos! Yo conozco bien mi oficio. ¿Cuál es el tuyo?
Espartanos!!! ¿Cuál es vuestro oficio?
Auuu! Auuu! Auuu!
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